Dos principios para Crear Riqueza:

Hacer lo que se requiere hacer y todas nuestra acciones tienen consecuencias

En la infancia de mis hijos, estuve expuesto, de manera extraña, a dos principios para la creación de riqueza que quiero compartir contigo.

El primero es que para crear riqueza, uno requiere hacer lo se requiere hacer. Aún cuando parece sencillo, muchas personas no entienden que para crear lo que uno desea, sería muy simple si siguieran este sencillo principio. Parafraseando a Nietzsche, aquél hombre que tiene un “porqué” puede tolerar casi todos los “cómo.”

Un ejemplo que ilustra este punto me remonta a cuando mi hijo llegó a la edad de dejar el pañal, por lo que estábamos en entrenamiento para hacer pipí y popó. 

Para todas las personas que no tienen hijos o no han estado alrededor de niños pequeños, cuando esto sucede es algo que demanda mucho enfoque por parte de los encargados del entrenamiento y por parte del entrenado.  Ello, debido a que el entrenamiento consiste en que el niño  sea consciente de las sensaciones del cuerpo y las relacione con una respuesta consistente en avisar sobre la necesidad, bajarse los pantalones y calzones, sentarse en un lugar específico y finalmente dejar ir. Para lo cual, se requiere, dicen los expertos, cada 20 minutos detener todo lo que se está haciendo y hacer que el niño se siente en la bacinica. Si no has vivido la experiencia de ser papá en esta etapa, créeme, cada 20 minutos son un montón de veces durante el día. 

Así que durante el entrenamiento, llegó el fin de semana y me negaba a estar encerrado todo el tiempo debido a éste, así que hice lo que se requería hacer: me sobrepuse a todas mis charlas internas que me decían cosas como… ¡qué pena! ¡qué oso! ¿cómo yo con una bacinica por la calle?, ¿cómo mi príncipe va a hacer pipí en la calle?, etcétera… y tomé una de las bacinicas de mi hijo, la amarré en la pañalera, puse el temporizador del celular a  20 minutos y salimos a la calle. 

Fuimos a los cuenta cuentos, se durmió, comimos juntos, me acompañó a imprimir un documento a la papelería, fuimos a los columpios, se subió en el tren del parque 2 veces y hasta nos comimos un helado. 

Durante todas estas actividades, la bacinica estuvo presente cada 20 minutos.  Cuando sonaba la alarma nos parábamos y dejábamos de hacer lo que fuera para mantener el entrenamiento. 

Una vez en el estacionamiento de mi casa, después de un día completo de cero accidentes, mi pequeño dijo, “papá moto” que significa “quiero salir a dar una vuelta en el triciclo” (o por lo menos así lo interpreté). Acepté la propuesta y nos encaminamos a la puerta de salida. Por un momento me detuve y dudé si debía o no llevarme a la bacinica y pensé “ya llegamos a casa, es solo una vuelta a la manzana”, así que salí sin bacinica. 

Una vez afuera del edificio, aproximadamente a 50 metros de la puerta sonó el temporizador de mi celular recordándome que los 20 minutos habían terminado, decidí seguir, sin regresarme a casa, unos minutos más tarde y justo en el punto de no retorno, escucho la frase: “papá, nica” y en un solo movimiento lo tomé por la cintura con el brazo derecho y con la mano izquierda cargue el triciclo y me eché a correr. De manera milagrosa, llegamos a la puerta de la casa secos, deje a mi hijo en el suelo  para sacar mis llaves y en cuestión de segundos él estaba en la esquina, en cuclillas, a un lado de la jardinera con un pequeño charquito en sus pies; y así de sencillo perdimos lo invicto del resto del día.

Para qué es relevante esta historia en tu creación de riqueza, te preguntarás, lo es en dos vertientes:  al primer principio lo llamo, hacer lo que se requiere hacer; el segundo es, que toda acción tiene consecuencias.

Hacer lo que se requiere hacer:

En la creación de riqueza este es un principio vital. Primero hay que definir lo que tú consideras riqueza, una vez tomada la decisión sobre el contenido de tu concepto lo siguiente es hacer lo que se requiere hacer para conseguirlo. Por supuesto estoy partiendo de la base de que tu concepto de riqueza es ético y no invito a ningún acto ilícito. Por ejemplo: un cliente consideraba parte de su riqueza tener espacio para hacer ejercicio durante la semana, de tal forma que acomodó sus horarios de la forma en que cuando llegaba el día que había marcado en el calendario para hacer ejercicio, simplemente lo hacía, sin importar lo que iban a pensar los demás, si se sentía muy cansado o si su equipo o una gran fundación lo quería ver a esa hora. Simplemente hacia lo que requiere hacer. Hubo una ocasión en que mi cliente estaba entrenando para un medio maratón y una persona muy importante para su organización venía de viaje y sólo se podían ver a la hora  prevista para su entrenamiento. Siguiendo este principio revisamos sus posibilidades y mi cliente eligió explicarle a esta persona su situación y le invitó a tener la reunión mientras hacían ejercicio. Para la sorpresa de mi cliente, esta persona le dijo que era una excelente idea ya que llevaba dos semanas viajando y él tampoco había tenido tiempo para hacer ejercicio como quería, así que tuvieron parte de su reunión corriendo y la concluyeron disfrutando de una cena ligera. 

Y aunque no tengo pruebas que respalden lo siguiente, estoy seguro que este hecho generó un voto de confianza en mi cliente por demostrar su firmeza en sus propios acuerdos. 

Durante el entrenamiento de mi hijo los dos queríamos salir y disfrutar del fin de semana. Muchos pensamientos pasaron por mi mente al igual que por la de mi cliente cuando estábamos haciendo nuestro plan; sin embargo, requeríamos hacer lo que se requería hacer. Cuando tú estás haciendo tu plan para crear riqueza, muchos pensamientos aparecerán en tu mente como: no sé cómo, qué dirán los demás, soy demasiado joven, me dirán que estoy soñando, cómo le voy a pedir esa cantidad a mi cliente, voy a fracasar, etc. Mi única recomendación es seguir este principio de hacer lo que tienes que hacer y complementarlo con lo que me dijo alguna vez uno de mis maestros, en cuestiones de crear riqueza haces dinero o inventas pretextos, no puedes hacer las dos al mismo tiempo.

Toda acción tiene consecuencias:

Este principio tiene dos componentes: el primero es que todos tenemos la libertad de elegir y ser responsables del resultado. El segundo componente se basa en la ley de causa-efecto de Newton, donde a toda acción desencadena una reacción de la misma fuerza y en sentido opuesto.

El no tomar acción, es una acción en sí misma y por tal motivo, también tiene consecuencias. Volviendo a la historia con mi hijo, al asumir la responsabilidad en el último momento, yo elegí dejar todo en la casa y salir a dar una vuelta en su triciclo a la cuadra, pensando que no pasaría nada. Sin embargo, nunca valoré las consecuencias sobre mi elección y tú ya conoces qué pasó. Si hubiera pensado de manera consciente sobre lo que iba a dejar de hacer, podría haber llegado a la conclusión que si eso sucedía hubiera podido enseñarle a mi hijo a hacer pipí de pie o algún otro truco, sin embargo, la única solución que se me ocurrió en ese momento fue correr hacia la bacinica.

De otro lado, mi cliente, valoró las consecuencias de la propuesta que iba a plantear, tenía alternativa a su propuesta en caso que le dijeran que no y lo mejor, estaba bien con la posibilidad de una negativa.  

Sé que existen días que no son los ideales y los planes que haces no salen como los esperabas, pero hacer el acto consciente de elegir seguir adelante es un acto de responsabilidad para seguir en el camino de riqueza. Puedes elegir dejar de hacer las llamadas para contactar clientes, puedes dejar de invertir en ti, puedes dejar de hacer ejercicio, te puedes comer ese helado, puedes comprarte esa tele plana en vez de ahorrar para tu nuevo negocio y todo está bien, si lo haces desde un estado de consciencia pleno, con la certeza de que estas elecciones de hacer, dejar o seguir haciendo tendrán consecuencia en tu Creación de Riqueza. Tal vez se resuelvan solo con un cambio de ropa 😉

Gabriel Alejandro Uribe
Gabriel Alejandro Uribe

Soy Gabriel Alejandro Uribe Rodríguez, Mentor, Coach, facilitador, autor y orador internacional. Inspiro e influyó de manera positiva a todas las personas que interactuan conmigo, haciendo que el even su nivel de consciencia, prosperidad y creación de su propia Riqueza. Soy modelo de padre amoroso, líder y empresario.

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