Un glorioso propósito

El nacimiento de un Propósito

¿Cómo vas? Así comenzó una charla con un buen amigo. Él, con un suspiro de alivio me dijo “con mucho trabajo y en chinga, a veces cansado, pero ya sabes, veo al chamaco y es mi motor para seguir adelante.” Esas últimas palabras retumbaron en mi cerebro de manera profunda. En primer lugar, porque tenía poco de vivir con Astrid y no teníamos hijos, por lo que solo podía relacionarme con la última parte de la frase con que creía que era empatía, y debido a que era un comentario que había escuchado de alguno de mis papás o de sus amigos. Sin embargo, minutos más tarde, emergió la verdadera razón por la que esa frase había resonado tanto en mi interior “veo al chamaco y es mi motor para seguir adelante”, esta frase  me parecía que imponía una responsabilidad muy grande para un recién nacido.  Es una frase que suena bonita y socialmente parece que es algo loable y deseable, sin embargo, es una frase creada totalmente desde la perspectiva de la víctima. Ya que pone la responsabilidad de trabajar todos los días por un ser humano recién nacido. Además de que en un futuro se puede convertir en un reproche por parte de un padre a un hijo, por lo menos en las costumbres Latinoamericanas. Así que a partir de ese momento comencé una búsqueda consciente por una razón superior y motivante para levantarme todos los días a trabajar. 

Así comencé la búsqueda de un propósito. 

Creo que es vital para todas las personas tener un propósito o razón de ser, algo en lo que hacen y se convierte en más importante cuando los resultados no se están dando de acuerdo a lo que se proyectó. 

En la cultura japonesa existe un concepto que es el ikigai, que en resumen es la razón de ser de cada individuo, eso  que motiva a levantarnos y esforzarnos todos los días para ser lo que estamos destinados a ser. 

La primera vez que conocí este concepto fue de la mano del coach Rich Litvin, que antes de una sesión me pidió que pensara en cuál sería mi ikigai como coach. Al principio me pareció un ejercicio maravilloso que me aportó mucha claridad a un camino que ya venía recorriendo desde hacía algún tiempo, experimentando con diferentes misiones personales. El concepto de ikigai es más profundo debido a los elementos que lo componen. 

Por un lado, este concepto observa al ser humano como un ente integral, es decir, toda acción en cualquiera de los roles que una persona forja y está relacionada con la manifestación de su razón de ser. 

El ikigai está construido por varias partes:

  1. Eso en lo que eres bueno
    1. Tu Pasión 
    2. Tu Profesión
  2. Eso que amas hacer
    1. Tu Pasión
    2. Tu Misión 
  3. Lo que el mundo necesita
    1. Tu Misión
    2. Tu Vocación
  4. Eso por lo que ganas dinero
    1. Tu profesión
    2. Tu Vocación

El punto en común de todas estas áreas es lo que forma el ikigai, y entre más ejerces esta tarea, esta acción, más manifiestas tu ser. 

Ecuación de Riqueza

El segundo concepto que conocí de Roger Hamilton es el de la ecuación de riqueza que es R=V x A 

Riqueza es Valor por Apalancamiento. 

El valor es todo lo que tú eres y puedes aportar a cualquier relación que la otra persona considera que es valiosa.

El apalancamiento es la capacidad que tiene alguien de aprovechar el valor que alguien más le proporciona. 

Por ejemplo, saber más de un idioma es valioso, sin embargo, se vuelve más valiosa esa habilidad en la medida en que otra persona pueda aprovechar más las capacidades de ese conocimiento. 

Si voy de turismo a un país, un guía de turistas es valioso si no conozco el idioma. Sin embargo, esto no sería suficiente si mi intención es conocer contactos de negocio en ese mismo país. Ya que requiero de un traductor oficial en una misión comercial y será más valioso el conocimiento del idioma cuando estoy buscando hacer negocios en otro país. Es especial que mi socio comercial sea local y me permita conocer no solo el idioma sino las costumbres mercantiles del lugar. Por lo cual, el valor y el apalancamiento se generan con respecto de un contexto. 

El primer paso en este camino de creación de riqueza requiere conocer el valor que tienes, se comienza reflexionando sobre el valor interno que tenemos.

  1. Tus talentos (lo que es fácil hacer)
  2. Tus pasiones (lo que nos gusta hacer)
  3. Lo que estudiaste 
  4. Tu red de contactos 
  5. Tu carácter (comportamiento social integral) 
  6. Tu misión (lo que viniste hacer)  

Un ejercicio que genera mucho valor a mis clientes es comenzar a clarificar del 1 al 10 qué tanto usa de manera consciente sus valores internos para crear Riqueza. Esto con el fin de conocer qué parte de tus valores internos se pueden utilizar más para crear Riqueza. De tal forma se puede saber en dónde se puede hacer un esfuerzo consciente para elevar el nivel de creación de valor y así comenzar un proceso evolutivo ascendente. 

“Somos ángeles de una sola ala y necesitamos estar abrazados de otro para poder volar.”

Esta definición parte de un paradigma de servicio y abundancia ya que para aumentar la Riqueza de alguien es requisito poner al servicio de alguien más todos nuestros talentos. Por lo cual, la Riqueza está directamente relacionada con poner al servicio de alguien más nuestro valor o permitir que alguien más se apalanque de lo nos gusta y tenemos talento para hacer. 

Perspectiva de abundancia

La ecuación de la Riqueza pone hincapié en la abundancia es decir, que la Riqueza comienza con el valor individual, por lo que cada persona que desee crear Riqueza tiene el primer elemento de la ecuación y, de acuerdo con un contexto específico, este valor puede crecer o decrecer.

La segunda parte de la ecuación, que es el apalancamiento, parte de la necesidad de que el valor solamente puede intercambiarse por dinero cuando se pone al servicio de alguien que pueda aprovechar eso que es valioso. 

Así que una persona altamente cualificada en su profesión es valiosa per se, sin embargo solamente puede crear Riqueza en la medida en que se pone al servicio de alguien más. 

Cada quien es valioso, no obstante, si no lo pones al servicio de alguien más que se pueda apalancar de ese valor, no se puede crear Riqueza. Entre más puedas dar y compartir con otros tu valor y más personas puedan apalancarse de los mismos, entonces fluirá mayor Riqueza hacia ti. 

Gabriel Alejandro Uribe
Gabriel Alejandro Uribe

Soy Gabriel Alejandro Uribe Rodríguez, Mentor, Coach, facilitador, autor y orador internacional. Inspiro e influyó de manera positiva a todas las personas que interactuan conmigo, haciendo que el even su nivel de consciencia, prosperidad y creación de su propia Riqueza. Soy modelo de padre amoroso, líder y empresario.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *