Hace algunos días, mientras leía un cuento a mi hijo antes de ponerlo a dormir, reflexioné sobre la importancia de tener claro lo que queremos y la capacidad de tomar decisiones de manera rápida y definitiva, en la creación de Riqueza.
El cuento es el siguiente:
Cosas que pasan. Isol
Si tuviera el pelo lacio, sería más linda…
Pero no.
Si tuviera un caballo, iría a la escuela a galope…
Pero no.
Quisiera cantar como ese pájaro…
Ser fuerte como ese árbol, ¡y más alta!, y con ojos verdes… ¡pero NO!
Sin embargo, ayer me pasó algo único. ¡Apareció un genio!, y me dijo: -¡Hola!, y ¡felicidades! -¡Como eres la persona que más ha pedido en este mes, me han mandado a cumplirte uno!
Un deseo, pensé.
¿Uno?
¿Y si me olvido de pensar en algo?
¿Y si después me arrepiento y quiero otra cosa? ¿Y si ahora justo me atonto y no se me ocurre nada bueno? ¿Y si me doy cuenta más tarde de que no pedí lo que más quería?
–¿Te falta mucho todavía chica? ¡Uy qué difícil!
¡Ya sé!
¡Quiero TODO!
¿Todo?-dijo el genio-.
No lo conozco. A ver… tarea, trapecio, triciclo, tobogán, ¿topo?, no; trompo, tampoco…
-¿Y? –pregunté yo, mientras me comía las uñas.
Mira, niña -dijo por fin-, ese deseo tuyo no está en el catálogo y no puedo esperar más a que pienses otro. Te doy lo que tengo a mano: ¡un conejo gris! ¡Adiós!
¡¿Un conejo?!
Así que ahora tengo un conejo gris bastante lindo.
Pero si fuera azul…
Claridad
“Cuando no sabemos a qué puerto nos dirigimos, todos los vientos son desfavorables”.
Séneca
Al igual que lo dice Séneca, si no tienes claro a dónde quieres llegar no importa a dónde te dirijas.
Durante el cuento la chica deseaba muchas cosas, a cada instante deseaba algo diferente que aparentemente la haría feliz.
En mi negocio, yo fui como la niña y escucho constantemente a clientes deseando y buscando ese gran negocio u oportunidad que los pondrá en la cima del éxito o los hará felices. Descubrí que establecer objetivos me permite tener mayor claridad en la vida, y comencé a crear planes y acciones concretas que todos los días me acercan a lograr lo que deseo. Dicha claridad te permite detectar y aprovechar las oportunidades, que todos los días se desdoblan para ser aprovechadas, manifestando así el proverbio chino que dice: “Las oportunidades se encuentran en todas partes”.
En el cuento, la niña tiene una maravillosa oportunidad cuando el genio se le aparece para cumplir uno de sus deseos. Ella no sabe qué pedir. Y el genio le da lo que tiene a la mano “un conejo gris”, en vez de obtener lo que ella deseaba: ser alta, fuerte, tener el pelo lacio, cantar como el pájaro, tener un caballo o los ojos verdes. He visto muchas veces a dueños de empresas que con gran angustia se pasan haciendo un montón de cosas y al final del día me dicen “trabajé 12 horas ayer y no hice nada de lo que quería hacer”.
En el cuento es evidente que la falta de claridad le hace perder la oportunidad de que el genio cumpliera uno de sus deseos. Michelle Neill dice que “la vida no te da lo que le pides; la vida te da lo que le negocias.”
La claridad de saber lo que quieres te da la serenidad de poder decir que no a actividades que no sean prioridad para el logro de tus objetivos, por ejemplo la comida con los amigos en vez de tu hora de ejercicio, actualizar tu estatus en Facebook en vez de hacer tus 5 llamadas diarias, decir que no a ese pastelito debido a que dicha acción no te lleva a tu peso ideal.
Con el fin de que puedas obtener mayor claridad en tu vida te propongo que durante esta semana hagas tiempo para obtenerla contestando las siguientes preguntas:
¿Qué puedo hacer hoy para comenzar a tener más claridad en mi vida?
¿Si hoy apareciera un genio en mi vida, tal vez en forma de socio, amigo, oportunidad, crisis financiera, entrevista de trabajo, que le pedirías? Recuerda, TODO no está en el catálogo.
Tomar decisiones de manera rápida y definitiva
La siguiente lección en la que quiero hacer hincapié en este artículo se refiere a una de las características que Napoleón Hill menciona como básicas para la creación de riqueza y es el hábito de tomar decisiones con rapidez y de cambiarlas con lentitud sí y solo sí ve la necesidad de cambiarlas, y continúa diciendo: “Las personas que no logran acumular dinero, tienen, sin excepción, el hábito de no tomar decisiones, si es que las toman, lo hacen de modo muy lento, y de cambiar esas mismas decisiones con rapidez y a menudo.”
Durante el cuento, cuando el genio le dice a la niña que le cumplirá un deseo y tarda en pensar en qué pedir y el genio toma una decisión: -Mira, niña… ese deseo tuyo no está en el catálogo y no puedo esperar más a que pienses otro. Te doy lo que tengo a mano. Es evidente que perdería la oportunidad de lograr un deseo.
El genio al igual que las oportunidades, tienen un plazo y si no se actúa en consecuencia el genio dará lo que tiene a la mano y no lo que se desea.
He visto que clientes han perdido oportunidades por falta de decisión, desde contratar al segundo mejor perfil en una terna de reclutamiento porque el director tardó en tomar una decisión y la primera opción se contrató una semana antes, hasta contratos enteros porque se tardó en decidir qué precio poner a una cotización.
La falta de decisión muchas veces encierra el miedo a errar o a ser criticado al no tomar una “buena” decisión, es decir, nos enredamos en los pensamientos de nuestra autoimagen y de que la decisión importa y que de alguna forma podemos o debemos saber el resultado.
Michael Neill dice “Lo que decides nunca impactará tu vida tanto, como la forma en que tú manejes las consecuencias de dicha decisión.”
Por ejemplo, hacer una compra de materia prima sin un contrato u orden de compra de un cliente puede ser un error, pero insultar al cliente, asumir las pérdidas y dejar que caduquen los productos puede ser una “mala” decisión.
Con el fin de fortalecer el músculo de la toma de decisiones, te dejo estas preguntas que hago a mis clientes, ¿Qué tal que no pudieras errar? ¿Qué tal si lo que decidieras siempre resulta ser lo mejor en el rango de opciones e información con que dispones en este momento?
Muchas gracias por tu tiempo y tu interés en crecer como líder. Soy el Coach Gabriel Uribe y si crees que puedes aumentar tu capacidad de crear riqueza y a la vez aumentar tu claridad y tu habilidad de tomar decisiones, permíteme ayudarte a lograrlo.
