DOS PREGUNTAS PARA GENERAR CLARIDAD E INSPIRACIÓN EN TU EQUIPO

Hoy quiero escribir con el objetivo de abonar al esfuerzo de mi misión para lograr transformar seres humanos para que sigan logrando sus metas, que sin duda cada vez son más grandes.

Para motivarte a lograr tus metas quiero invitarte a reflexionar sobre el por qué y para qué estás haciendo lo que estas haciendo el día de hoy en tu negocio. Para ello te quiero compartir una experiencia personal y un ejercicio que me ha permitido tener mayor claridad y continuar en el camino que hace algunos años decidí recorrer.

Primero, te pido que recuerdes la escena de “Alicia en el País de las -Maravillas”  en donde Alicia se encuentra en una encrucijada y se encuentra con el gato sonriente al que ella le pregunta: “¿Qué camino debo tomar?” Y él le contesta: “¿Depende a dónde quieras ir tú?” Alicia contesta “Eso no importa si tú me dices”, y el gato la interrumpe diciendo “Entonces no importa el camino que escojas”.

Una situación parecida a la de Alicia la viví a principios del año 2009 cuando las cosas no iban tan bien en mi empresa. Las deudas con empleados y proveedores se acumulaban y los ingresos no ingresaban.

Fue tan duro que yo mismo comencé a buscar empleo, después de tanto esfuerzo por independizarme. Obviamente eso no dio muchos resultados ni esperanza a mis colaboradores. Un buen día hablando con mi novia (hoy mi esposa) me puse a recordar el propósito que tuve al comenzar mi propio negocio. En ese instante el propósito lo tenía muy claro y era “ayudar a personas y organizaciones para que las organizaciones perduren a sus fundadores”. El simple hecho de recordar la razón por la cual comencé mi empresa me hizo darme cuenta que el camino que estaba tomando, buscando empleo, no sumaba al “para qué” empecé mi negocio; mucho menos me acercaba a donde yo quería ir.  

El hecho de recordar el por qué o para qué comencé mi negocio le dio sentido a las acciones que hacíamos mi equipo y yo, reiteró su relevancia. Se volvió importante simplemente el hacer las llamadas para pedir citas, solicitar referencias  o crear un curso on-line en el encierro ocasionado por la Influenza.  El tenerlo claro me ha dado empuje para sobrepasar los valles que en mi negocio se han presentado.

Ahora te pido que recuerdes un día en el que en tu negocio las cosas no hayan salido como las planeaste. Sí, ese día en el que hacía falta algo de dinero para la nómina o para pagar los impuestos; o tal vez, ese día que te dieron un contrato en el cual te diste cuenta que para terminar, tenías que poner más tiempo o dinero del que pagaba la factura.

Sé que éstos recuerdos pueden volverse un poco dolorosos, pero espero que el fin lo justifique. Ahora te pido que te preguntes “¿por qué hice hasta lo imposible por pagar la nómina, pagar los impuestos o terminar el contrato, aún a sabiendas que no iba a ganar lo que estaba cotizado?” Si apenas estas comenzando tu negocio te pido que te preguntes cuál será la razón que te permita sobrepasar esos momentos no tan fáciles.

En esta época de fin de año quiero proponerte hacer un ejercicio que abone a lograr más claridad sobre tu “por qué o para qué”.

Escribe y contesta en una hoja de papel estas dos preguntas:

1. ¿Qué es lo que más deseo en la vida?

2. ¿Qué quiero para este planeta?

El segundo paso, es que pienses en la cantidad de dinero que requieres mensualmente para vivir holgadamente. Esa cantidad multiplícala por 12 para que te dé el monto anual de ingresos deseados. Toma 75 (esperanza de vida en promedio en México)  y resta tu edad actual. El resultado multiplícalo por el monto anual del ingreso deseado.

EJ: 50,000 mensuales X 12 meses =$600,000 ingresos anuales

75-35 (años edad actual)=40

40 X 600,000= 24 millones

Imagina que ahora mismo el banco te llama y te dice que tienes exactamente esa cantidad de dinero en tu cuenta personal. La única condición que te pone el banco es que solamente puedes retirar mensualmente una cantidad igual a los ingresos mensualmente requeridos; para el caso del ejemplo solamente $50,000 mensuales.

Partiendo de este supuesto, te pido que contestes la siguiente pregunta:  

3. ¿Qué haría con mi tiempo en esta situación?

Te pido que compares las respuestas de las dos primeras preguntas con esta tercera. Esta respuesta te podrá dar un bosquejo sobre tu propósito o el para qué de tú negocio. Ahora recuerda qué intención tenías cuando comenzaste tu negocio o como profesionista. ¿Se parecen o no?

Para terminar este artículo y con el PROPÓSITO de que puedas lograr cambios que mejoren tu negocio y tu profesión, y a la larga te lleven a estar en línea con las dos primeras respuestas, te propongo estas dos reflexiones.

La primera, es sobre tu comunicación, ¿cuántas personas en tu organización o de tus clientes conocen claramente el propósito o el para qué de tu negocio o del ejercicio de tu profesión?¿Qué podrías hacer para que se aumente ese número?

La segunda, es sobre tu actividad. Al día de hoy lo qué esta haciendo tu empresa o lo qué estas haciendo en tu práctica profesional, abona a tu “propósito” o tu “para qué”. Es decir, tu negocio o práctica profesional actual aporta hacia las dos primeras respuestas respecto a lo qué más deseas en la vida, a lo que quieres para este planeta o te permite hacer con tu tiempo lo que quieres. Si encuentras espacio para mejora, ¿Qué podrías hacer para que esto mejore?

Gabriel Alejandro Uribe
Gabriel Alejandro Uribe

Soy Gabriel Alejandro Uribe Rodríguez, Mentor, Coach, facilitador, autor y orador internacional. Inspiro e influyó de manera positiva a todas las personas que interactuan conmigo, haciendo que el even su nivel de consciencia, prosperidad y creación de su propia Riqueza. Soy modelo de padre amoroso, líder y empresario.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *