Date permiso de vivir sin etiquetar tus vivencias

Quiero compartir contigo el relato de un libro que hace unos años  compré a mis sobrinas y provocó en mi un cambio de paradigma, sobre cómo calificaba o etiquetaba los acontecimientos de mi vida. Deseo en verdad que ésto te permita por lo menos cuestionar las etiquetas o calificativos que le pones hoy en día a tus experiencias.

Del Libro “La suerte de Ozu”  de Claudia Rueda, del Fondo de Cultura Económica.

“Hace muchos años, en tiempo de guerra, un buen hombre y su hijo vivían en una granja. La gente del pueblo los consideraba ricos porque tenían un caballo. Una mañana al entrar en el establo OZU, el hijo, encontró que su caballo había escapado. Corrió hacia donde estaba su padre. Le contó lo que había visto y le dijo que era lo peor que les había pasado. Al día siguiente, cuando Ozu limpiaba el establo escuchó unos caballos galopando a lo lejos. Salió a mirar qué pasaba y se encontró con que su caballo volvía a la granja acompañado de una manada de potros salvajes. Al ver esto, Ozu corrió hacia la casa gritando: -¡Nuestro caballo ha vuelto y nos ha traído una manada de potros! ¡Esto es lo mejor que nos ha pasado! Su padre, muy sabio, le contestó:-¿Estás seguro? ¿Cómo lo puedes saber?

Esa misma tarde, Ozu quiso domar a uno de sus nuevos potros. En cuanto el caballo sintió el peso sobre su lomo, empezó a saltar sin control y Ozu cayó al suelo, rompiéndose un brazo. Ya en su cama, adolorido, le dijo a su padre que la llegada de los potros eran lo peor que le había pasado. Nuevamente, su padre volvió a preguntarle:-¿Estás seguro?¿Cómo lo puedes saber?

A la mañana siguiente, el padre y su hijo se despertaron al oír unos fuertes golpes en la puerta de la casa. Eran unos soldados que venían a reclutar a Ozu para el ejército. El padre llevó a los soldados al dormitorio de su hijo y les dijo que podían llevárselo. El capitán lo miró detenidamente y comentó muy serio: – Así no nos sirve –y salió de la casa seguido por los otros soldados. Ozu, aliviado, le dijo a su padre: -¡Que suerte he tenido! Pero su padre, muy sabio, le contestó una vez más: -¿Estás seguro?¿Cómo lo puedes saber?

Espero que en esta semana cuando suceda algo inesperado en tu vida en vez de calificarlo de “terrible”, “malo”, “excelente”, “bueno”, pregúntate ¿cómo lo puedes saber? y date permiso de simplemente  vivir la experiencia y esperar que la vida te sorprenda.

Muchas gracias. 

Gabriel Alejandro Uribe
Gabriel Alejandro Uribe

Soy Gabriel Alejandro Uribe Rodríguez, Mentor, Coach, facilitador, autor y orador internacional. Inspiro e influyó de manera positiva a todas las personas que interactuan conmigo, haciendo que el even su nivel de consciencia, prosperidad y creación de su propia Riqueza. Soy modelo de padre amoroso, líder y empresario.

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