REDUCE LA VELOCIDAD PARA ACELERAR EL ÉXITO

El coach Rich Litvin me estaba explicando un concepto muy importante relacionado con el éxito: Hay que reducir la velocidad para acelerar el éxito

Me explicó que reducir la velocidad significa  el ritmo de tu vida diaria, hacer tiempo para preparar las conversaciones importantes que tendrás con tus prospectos o colaboradores o  para preparar una reunión con un cliente con el fin de estar presente y atento a todas las oportunidades que pueden surgir en esa reunión. También significa hacer tiempo contigo mismo para pensar creativamente en tu negocio, en tu vida, en fin, en cualquier cosa que tenga que ver contigo. 

A manera de ejemplo me contó una anécdota interesante sobre Thomas Alva Edison, me dijo que sin duda había sido uno de los más grandes inventores que se han conocido, pero que también era uno de los peores pescadores del mundo. Él pasaba pescando casi una hora cada día, pero nunca atrapaba nada. Alguna vez le preguntaron por qué era tan mal pescador y él contestó: “Yo nunca pesco nada porque nunca uso carnada, porque cuando tú pescas sin carnada las personas no te molestan, ni tampoco los peces. Me provee de mi mejor tiempo para pensar.

Foto de Saffu en Unsplash

Fue muy interesante, darme cuenta que Edison realmente entendía el poder del silencio y el poder para desacelerar con el fin de tener éxito. Así un buen día pescando con una caña de bambú se inspiró para usar ese mismo material como filamento para el primer foco.

Este concepto me quedó clarísimo hace unas semanas durante una visita a mi nutrióloga, pues me comentó  que para llegar a mi peso ideal, además de la alimentación que ella me iba a sugerir, debía hacer ejercicio en una zona cardiaca específica y me explicó lo siguiente: “Existe una zona máxima de latidos del corazón que no debe excederse durante los periodos de ejercicio y varía según la edad, más o menos se calcula así: restas tu edad a 220, el resultado, es el máximo de pulsaciones recomendadas para que una persona entrene.”

Por ejemplo: 220 – 38 años = 182, es decir, lo máximo recomendable para mí son 182 pulsaciones por minuto. Continuó diciendo “Seguramente la intensidad con la que realizas tu actividad física en promedio estará por encima de las 140 o 160 pulsaciones por minuto. Para quemar grasa y lograr tu meta específica, la zona en la cual debes trabajar está entre 60% y 70% del máximo. En tu caso son 110 y 127 pulsaciones por minuto.”

Me advirtió que cualquier entrenamiento por arriba de esta zona, sirve para aumentar la capacidad aeróbica, crear fuerza u otra cosa, pero no para quemar grasa.

Ella me dio el ejemplo de un paciente con sobrepeso que llevaba 17 Ironman’s (es la prueba más exigente del triatlón) pero seguía con exceso de grasa porque se negaba a bajar la intensidad de sus entrenamientos para llegar a su meta.

Si alguna vez has utilizado un monitor cardiaco o te has tomado el pulso al comenzar alguna actividad física, te darás cuenta que para llegar a ese número de pulsaciones, el esfuerzo físico que requieres es muy poco. De hecho, el mayor esfuerzo consciente es mantener el ritmo del entrenamiento en esos rangos, con el fin de llegar a la meta. En el trabajo, sucede algo similar, es muy fácil saturar tu día con mucho trabajo operativo, administrativo, juntas, comidas y actividades no productivas. Así tu vida puede aparentar  que está muy llena de actividades, sin embargo, son pocas las que verdaderamente te acercan a tu meta.

Poco después, trabajando este concepto con un cliente, decidió acceder a disminuir su frenético ritmo de trabajo para realmente preparar algunas de las reuniones que iba a tener la siguiente semana. Uno de los resultados de esta acción fue maravilloso, logró aumentar la facturación con su cliente  en un 200%. Esto lo logró al invertir unos minutos en preguntarse ¿cómo puedo ayudarle a generar más dinero? e hizo una lista de 15 ideas que podría presentarle durante la reunión. Los minutos más rentables hasta ahora.

Foto de Zac Durant en Unsplash

 ¿Cuándo fue la última ocasión en que te detuviste a preparar profundamente una cita, conversación con un prospecto?

Te invito en esta semana tomes unos minutos para reducir la velocidad y preparar tu siguiente reunión, una conversación o para pensar en ti o en tu negocio.

Muchas gracias por tu tiempo y tu interés en crecer como líder mi nombre es Gabriel Uribe y quiero escuchar tus comentarios y experiencias.

Gabriel Alejandro Uribe
Gabriel Alejandro Uribe

Soy Gabriel Alejandro Uribe Rodríguez, Mentor, Coach, facilitador, autor y orador internacional. Inspiro e influyó de manera positiva a todas las personas que interactuan conmigo, haciendo que el even su nivel de consciencia, prosperidad y creación de su propia Riqueza. Soy modelo de padre amoroso, líder y empresario.

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